Con nuestra desaparición física de este planeta, mueren también los recuerdos?, todo el camino transitado en ésta vida también se desvanecerá en la arena del tiempo ?.
Esta pregunta es una constante en la mente de todo ser humano que ha conocido de cerca a la muerte, sin embargo, el campo metafísico de la existencia va mucho más allá de lo tangible, de lo que podemos apreciar en el tiempo presente, porque está oculto a nuestros sentidos.
Un rayito de luz, de esperanza a lo trascendental, lo podemos comprobar con las estrellas que observamos en las noches, muchas de ellas, que en nuestro tiempo apreciamos radiantes y hermosas sencillamente ya no existen, apreciamos una luz viva en el tiempo de aquella estrella que falleció.
¿Y como puede ser esto posible?, la Teoría de la Relatividad del extraordinario Albert Einstein nos enseña que la energía de un cuerpo físico, el tiempo (relativo), por su masa y el espacio donde se encuentra son cuantificable e inmutables: Energia = mc^2 + Teoría de la relatividad general en el Espacio-Tiempo + el tensor Energía-Impulso del Universo.
La Luz de la hermosa estrella que aprecio puede tener tres mil o cuatro mil años viajando en el espacio a partir del fallecimiento de la estrella, y aun así sigue existiendo, es esa luz la que observo aun cuando ella ya no siga existiendo en su tiempo relativo.
De la misma manera nuestros recuerdos, aun cuando ya no estemos fisicamente en este planeta, nuestros recuerdos en forma de energía, ya que con energía [mecánica y mental: ( impulsos químicos y eléctricos) se originaron] siguen existiendo en el tiempo relativo, en la eternidad.
Así que confianza que nuestro Hacedor es bueno, El desea que seamos eternos en buenas obras como muestra de su gran bondad para con los hombres.
